Ajanta
El Bodhisattva esta en la postura tribhanga con una expresión de abstracta ternura en la mirada. Sus rasgos recuerdan los signos de belleza sobrenatural evocados en la literatura budista: las cejas se curvan como un arco indio, los ojos tienen forma de petalos de loto y así sucesivamente. Una diadema preciosa, un collar de perlas de perlas con broche de zafiro y la trenza entretejida con perlas que llevan los brhamanes cruzandoles el pecho, indican un estatus principesco. La flor de loto azul simbólica que sostiene en la mano le identifica como Avalokitesvara (el que es capaz de una visión luminosa), Padmapani, una de las figuras más relevantes del budismo Mahadeva, que habría de consagrarse en china como kwuan yi y en Japón como Kwannon. Es el Buda potencial enseñando eternamente su doctrina de iluminación. Como personificación de la gracia y misericordia divina ante la humanidad satisfacian aún más las necesidades emotivas y devocionales que aquella figura remota que habia alcanzado el nirvana.
Las treinta cuevas de Ajanta estan excavadas en una lareda semicircular y cubriendo una extensión de aproximadamente 500 metros. Los chaytia y los vihara y sangharama se halla en su mayoría cubiertos de relieves, y cerca de la mitad de ellos contienen pinturas murales consideradas como las más importantes de la India. Si bien es cierto que las más antiguas datarían del siglo II a. C. el desarrollo posterior, hasta el siglo VII determinaría el mayor grado de plasticidad. Para entonces el ideal Mahayánico enfatizó su vigencia, y es así que la figura del Bodhisattva se repite asiduamente en los muros esculpidos y pintados.
Las pinturas de Ajanta muestran no solo el refinamiento plástico del estilo Gupta, su depurada tecnica, sino que al mismo tiempo ofrecen una fuente de información para revivir el ambiente, las costumbres, vestimenta y grado de elegancia del reinado. La impotancia del arte pictorico llevo a crear códigos esteticos como el Sandanga, el S hilapastra, y en particular el exelente Visnudharmottaram, que establecía los canones, principios, tecnicas y fines de esta forma de arte.
Los temas preponderantes son los que representan a Buda o a los Bodhisattva y, preferentemente las historias de sus vidas anteriores. La totalidad de los murales constituyen una obra maestra de la pintura de todos los tiempos. Los artistas ahondaron no solamente temática sino que insuflaron a figuras y elementos toda aquella atsmósfera refinada y acaso poéticamente lánguida que imperaba en palacio.
Proporciones ideales, movimiento de masas que evade la monotonía sin caer en un exesivo dinamismo, rostros ovales de agradanble armonía, arcos superciliares continuos, riguroso lineamiento de rasgos y contornos, volumenes sabiamente acentuados y carnaciones sutilmente destacadas.
Imagenes de la vida de la corte, escenas de amor, fiestas y cortejos alternan en los muros de las grutas con figuras de divinidades y episodios sagrados. Las historias conocidas como Visvantara Jataka, el Simhala Avadana, el Syama Jataka, Shaddanta el elefante, lotos, cisnes, sensuales figuras femeninas, escenas de danza, repetidas imagenes del maestro a la manera de una letanía, todo ello forma parte del gran itinerario de los murales de Ajanta.
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