El OJO
El ojo como órgano de la percepción del mundo exterior es en el plano del misticismo el de la visión espiritual. En la mística de Nepal se distingue en el concepto de samadhi (cuerpo sutil) el sexto chakra que accede simbólicamente como visión a la trinidad temporal (pasado,presente y futuro) y con las tres deidades Bhrama (creación) Vishnú (conservación) y Shivá (destrucción.
El ojo del cuerpo sutil es entonces el giro de la sexta rueda anja chakra y la vitalidad de esa rueda es el impulso de los tres movimientos elementales del universo. Para Sankhya, uno de los más antiguos sistemas filosóficos hinduistas,prakriti era la idea que concebía la potencialidad eterna y primordial de la energía, identificaba también con el shakti de la diosa y que en el deva (dios) esta presente como potencialidad creativa. Esta energía se proyecta en tres grados llamados gunas: sattva (consciencia latente-armonia), rajas (preservación-actividad) y tamas (pasividad-destrucción), principios que también están representados en la trinidad de los dioses Brahma Vishnú y Shivá.
La rueda anja chakra es el centro energético de una percepción que suprime la hilaridad del tiempo y trasciende la configuración mental de los fenómenos.
Mediante la vía misteriosa de lo intuitivo la rueda es la apertura creativa hacia la esencia (Brahman). Es también el movimiento de los cuatro símbolos de Vishnú preservando el cosmos: la caracola con la resonancia del origen, la creación; el mazo como el poder del conocimiento y de la sabiduría; el loto simbolizando la evolución del universo y el disco el dinamismo mental que se sincroniza como visión espiritual.
El ojo místico del hinduismo como chakra vital es también la disolución de las pulsiones y sus proyecciones físicas y mentales. En ese movimiento Shiva es el que destruye el maya, el velo ilusorio de la realidad, para complementar esa triple naturaleza que se hace posible a través de la experiencia meditativa. En el estado samadhi la consciencia se absorbe y traspone la pluralidad perecedera para entregarse a su verdadera realidad no-dual (Brahman).
Sexto chakra (Ajna): Ajna chakra es de color índigo y su elemento es la luz. Este chakra está localizado en aquel punto que en la tradición india se define como el “tercer ojo”, en la frente, justo entre nuestros dos ojos, aquel que se define como el contacto con otros niveles de conciencia. Físicamente su energía se conecta con la vista, la cabeza, y sus cualidades afectan la memoria y la capacidad de concentración. La fuerza del ajna chakra es la intuición, nuestra capacidad de conectarnos con el espíritu y la sabiduría universal. Propios de esta rueda energética son la imaginación, la creación artística, los sueños y el poder de las visualizaciones.
En el camino óctuple que plantea el budismo como disciplina para alcanzar el cese del sufrimiento y la iluminación, la recta visión (samma ditthi) revela la verdadera naturaleza de la existencia empírica como sufrimiento, insustancialidad e impermanencia.
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