Odilon Redon
les-fleurs-du-mal-odilon-redon--1890
En 1884 se convirtió en un personaje público a raíz de la aparición de una novela en la que el protagonista coleccionaba dibujos suyos. Hasta entonces se había dedicado en exclusiva a la ilustración al carboncillo, plasmando imágenes del todo alejadas de lo común, pobladas de seres fantásticos. Los dibujos que realizó durante esa etapa, como Orfeo sobre las aguas (Kröller-Müller Museum, Otterlo) o La araña (Museo del Louvre, París) se caracterizan por sus contrastes de luces y sombras. En la serie Los negros (dibujos al carbón sobre papel teñido y litografías) exploró el juego misterioso de las sombras y el ritmo de las líneas mentalmente concebidas.
A partir de 1890 se inició en la pintura, caracterizada en el aspecto técnico por el uso del óleo y el pastel y en lo temático por visiones fantasiosas cercanas a sus trabajos como dibujante, o bien bodegones protagonizados por imaginativos ramilletes de flores; se aprecia desde ese momento una creciente matización tonal, la presencia de arabescos y la incorporación del color liberado de sus tradicionales funciones descriptivas. Tanto por el decorativismo de sus obras, impregnadas de un cromatismo vivo y delicuescente de sublime belleza, como por la evanescente irrealidad de sus composiciones, es considerado como uno de los principales representantes del simbolismo y un precursor de los nabis (Pierre Bonnard, Maurice Denis, Édouard Vuillard) y del surrealismo pictórico (Max Ernst, Yves Tanguy, Salvador Dalí).
El mérito de Redon es hacer visibles sus obsesiones, tales como el vértigo de lo absoluto o la búsqueda de los orígenes. Una de sus obras principales, El cíclope (1898, Kröller-Müller Museum, Otterlo, Países Bajos), se caracteriza por su originalidad y por atravesar el mundo de lo real para sumergirse en lo quimérico y lo grotesco. Entre sus obras cabe destacar sus series de litografías Homenaje a Goya (1885), La noche (1886) y La tentación de san Antonio (1888-1896), así como los cuadros Retrato de Mme. Odilon Redon, Retrato de Gauguin y El Sagrado Corazón. También es autor de la decoración mural del castillo de Domecy y de la abadía de Fontfroide.
Ilustraciónes de Redón, Las flores del mal